"El mundo andino es riqueza para el futuro del país", afirma. Mundo andino aporta en agricultura, arte, relaciones sociales y más.
José Vadillo Vila jvadillo@editoraperu.com..pe
Diario El Peruano, 11 de mayo de 2011
Rodrigo Montoya Rojas ha dedicado su vida intelectual a entender la cultura andina viva en el contexto del mundo globalizado. Profesor emérito de la Universidad San Marcos, el maestro ayacuchano acaba de publicar Porvenir de la cultura quechua en Perú. Desde Lima, Villa El Salvador y Puquio, un volumen de más de 600 páginas que mira con optimismo a la cultura de los Andes del siglo XXI en adelante. En el devenir de la historia, unas culturas prevalecen y otras desaparecen. ¿Dónde ubicamos a la cultura quechua?
–Hay pueblos indígenas más importantes que otros. A estos tenemos que atender, para que el mundo no sea el aburrimiento de una sola cultura. La quechua es la cultura indígena más importante del país. A diferencia de las lenguas amazónicas, que están condenadas a desaparecer.
En su libro, usted analiza diversos aspectos para hablar de la cultura quechua.
–La visión es holística, trata de ser lo más global posible. Están los migrantes que se convierten en exitosos empresarios del Parque Industrial de Villa El Salvador; las mujeres que tienen un papel extraordinario en la defensa de la reciprocidad andina; los artistas alfareros, los músicos; los teatristas y un largo capítulo sobre cómo empezó y el sueño de la comunidad urbana autogestionaria y varias teorías sobre la cultura.
¿Por qué su análisis sobre el futuro de la cultura quechua tiene tanta vinculación con VES?
–Centré mi atención ahí porque en Lima hay la mayor cantidad de migrantes quechuas y VES tiene la mayor cantidad de migrantes del sur. El otro punto del estudio es Puquio, Ayacucho, zona clásica de los estudios de antropología, desde los textos arguedianos. E incluyo a los migrantes quechuas en Estados Unidos, país de donde vienen las ideas dominantes y las modas.
¿Y su mirada es esperanzadora sobre la cultura quechua?
–¡Por supuesto! Hay dos caminos. Uno, que la lleva a su desaparición, y es una tradición colonial desde el poder. Y hay otra tendencia, en la que me inscribo, que es la afirmación y desarrollo de esta cultura porque tiene recursos formidables para el futuro del país.
¿Es posible construir un Perú de todas las sangres?
–La metáfora de Arguedas es maravillosa. Todas las sangres es un horizonte que quiere decir todas las lenguas y culturas. Que en este país cada individuo puede vivir todas las patrias. Es decir, no necesitamos maltratarnos, cholearnos, excluirnos. Hay lugar para coexistir tranquilamente en el país.
No hay comentarios:
Publicar un comentario